• Amasar el producto con agua (18-20 %) manual o mecánicamente hasta conseguir una mezcla homogénea y trabajable.
• Se aplica el producto sobre la superficie a recubrir de forma manual o mediante máquina de proyección.
• Reglear el mortero utilizando como maestras los junquillos de despiece previamente dispuestos. El espesor máximo será de 2 cm por capa.
• Es recomendable aplicar una primera mano de unos 5 mm bien compactada para sellar el soporte, extendiendo acto seguido la segunda mano sin que se produzca el secado de la primera.
• En puntos singulares (uniones entre materiales distintos, forjados, pilares, cajas de persiana, ángulos de marcos de puerta y ventanas, etc.) armar el mortero con malla de fibra de vidrio para evitar fisuraciones.
• Los soportes deberán ser resistentes, absorbentes y deben estar limpios, libres de polvo, partículas sueltas y aceites. También deben de estar exentos de restos de sales, yesos y pinturas.
• Sobre soportes porosos o en épocas cálidas, es necesario humedecerlos previamente y esperar a la desaparición de la partícula de agua.
• Sobre soportes poco porosos aplicar un puente de adherencia previo a la aplicación del producto.